Cuba recuerda hoy a una figura cumbre de nuestra Historia: Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, el Padre de la Patria, quien cayó combatiendo el 27 de febrero de 1874. Hacendado bayamés que abandonó riquezas y placeres para echar a andar la causa emancipadora, dio la libertad a sus esclavos y los convidó como hermanos a unirse a su lucha. Ejemplo de patriotismo, de amor desmedido por Cuba y de elevada cuota de altruismo que siempre situó en un lugar cimero a la Patria. Hombre que nunca dio un paso atrás, en el momento adecuado Céspedes comenzó el combate contra el poder español por la vía de la lucha armada, e incluso, supo morir batiéndose solo contra toda una columna enemiga. Hoy, a 147 años de la caída en combate del Padre de la Patria, tenemos la misión de preservar en nuestro día a día el legado de Céspedes, de no doblegarnos ante las adversidades ni los enemigos por poderosos que sean, de mantener a toda costa las conquistas por las que él y muchos otros derramaron su sangre. Fue asesinado en combate el 27 de febrero de 1874, pero se llevó de sus recuerdo en vida la proclamación de la independencia cubana, pese a que el trabajo de este prócer se vio completado más de 20 años después por José Martí y su afamada revolución especialistas coinciden en que si Céspedes no hubiese iniciado el levantamiento en el 68 Cuba probablemente aún sería un patio trasero español.Su legado fue ampliamente humanista e independentista, por su lucha nació en la escena política y de las entrañas del pueblo un nuevo ejército con ideales libertarios y emancipadores que sólo buscaban libertad. Con accionar patriótico, su aguerrida defensa a favor de la independencia y de los derechos de los más desvalidos modificó el curso de la historia de Cuba y le hicieron acreedor del título de padre de la patria. #TenemosMemoria#SomosCuba#SomosContinuidad#CubaViva
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